Las fuentes de la fe: Conclusiones

(Antes de empezar a leer, si no lo has hecho ya, tal vez prefieras comenzar por el primer capítulo de esta serie: Las fuentes de la fe: Introducción y 1 – Sentimiento – El blog de Rodrigo JOCILES FERRER)

I feel so extraordinary
Something’s got a hold on me
I get this feeling I’m in motion
A sudden sense of liberty

(New Order – True Faith)

Algunos ríos más antes del mar

Bastantes personas, habitualmente conocedoras y resentidas con la Iglesia y en ocasiones observadoras de la ortodoxia católica (sólo en foros, no directamente), me han comentado desde que he tomado conciencia de ser creyente y he empezado a hablar de ello, que soy heterodoxo, incluso herético, que “en tiempos de la Inquisición me iba a enterar”. Y tienen toda la razón al menos en esto último. En tales tiempos intentaría ser una buena persona, pero me mantendría bien calladito sobre todas estas cosas, cumpliría con los ritos preceptivos a procedimiento y, de ser súbdito de la Monarquía Católica, me embarcaría al nuevo mundo, para tomar a una indígena por esposa y perderme tranquilamente en algún lugar como la Patagonia, a vivir en libertad, paz y amor (sé que lo haría porque se me ha dado el conocer que así lo hice, pero esa es otra historia, que debe ser contada en otra ocasión).

Sucede que no estamos en los tiempos de la inquisición, ni de la supremacía de ninguna iglesia o religión, al menos en la parte del mundo que me ha tocado vivir. Son más bien los tiempos en que lo raro es ser creyente y crítico pero constructivo dentro de una iglesia. Hace poco menos de dos años recibí el sacramento de confirmación, ya con 46, algo que no había hecho de adolescente, pues al poco de hacer la comunión, con 9 años, abandoné temporalmente toda relación con la iglesia, con la religión y con la espiritualidad consciente. Es obvio que ser creyente manifiesto y practicante, en la España de hoy, no es necesario para estar en paz con la familia, ni con los vecinos, ni ser reconocido social ni civilmente; más bien se ha convertido en una rareza exótica, que te puede llevar a caer mal a algunos y a problemas de coordinación con familia y amigos los fines de semana y “puentes”. Volviendo a la confirmación, parece claro que, si me tomé la molestia de hacerla, es porque creo en lo que significa y me importa muy poco lo que piensen a mi alrededor al respecto. El caso es que llevo media docena de años hablando y escribiendo públicamente sobre esto y no he recibido nunca reprobación desde la Iglesia y sí por parte de los que no les gusta la iglesia. Existen dos explicaciones no excluyentes entre sí, que lo que digo no tiene ninguna importancia y no llega ni interesa o los creyentes o que realmente sí favorece a la propagación del cristianismo. Mis declaraciones corresponden a intuiciones y pensamientos personales míos, de un católico entre 1.300 millones y no pueden tomarse como oficiales católicas ni yo jamás pretenderé tal cosa. Cada cual que las use como quiera y sobre todo que reflexione a partir de ellas.

Jesús me ha revelado estando en misa, que esta serie de artículos tiene sus fallos, como es inherente a todos los que no es dado elegir entre hacer el bien o el mal en cada momento, pero que será más el bien que el mal que harán, globalmente. Que ayudarán a quien busque iluminación y confirmación, en experiencias y puntos de vista de otros, que puedan sean similares a los suyos.

También me dijo Jesús que las buenas personas instintivas, que obran como tales, ya tienen el aprobado en salvación. Los que sacan matrícula de honor, son los que habitualmente veneramos como santos, los que hacen exactamente la voluntad de Dios porque han sintonizado con ella. Tener el aprobado ya es estar dentro, aunque sea susceptible de aprendizaje, mejora y superación. San Pedro no fue perfecto, no actuó siempre con fe, bondad ni valentía y sin embargo Jesús le encargó ser primer papa.

Ya comenté algo en el artículo sobre la Experiencia y esto es algo que dije yo a Jesús antes que Él a mí: con la proscripción de la venganza y del juicio sobre los demás (por parte de Dios), no se nos priva de placeres o derechos, todo lo contrario, se nos libera de dos cargas espantosas, que desgraciadamente han sido costumbres e incluso obligaciones entre muchos pueblos, hasta nuestros días, incluidos los que se tienen por cristianos (otro signo de que no entendieron nada del fondo cuando Jesús lo dejó bien claro hace dos mil años, sólo hay que leer el Evangelio). En culturas como la hispánica, donde habitualmente te inculcan de niño que si alguien te hace una “no puede quedar sin devolver”, es una liberación que venga Dios y te diga “déjalo estar, yo me ocupo y además no eres tú el que ha fallado sino el que te la ha hecho”. Y donde se nos ha acostumbrado a ver cómo otros, nuestros mayores, vecinos e iguales, pasaban la vida criticando y echando la culpa a los demás de todo, como si eso fuera lo normal y lo correcto, que venga Dios y te diga “no juzgues y no serás juzgado”, es una noticia maravillosa, pensadlo bien.

Conversación en 2019 con unos amigos, por qué digo que soy católico

Extracto de afirmaciones y reflexiones.

(Se me pregunta acerca de mi fe y de mi adscripción concreta dentro del catolicismo).

Mi explicación inicial:

1. “A ver por si tenéis curiosidad explico: creo firmemente que hay un Dios omnipotente, omnipresente y omnisciente, creador y que por supuesto tenemos un espíritu inmortal que es parte del anterior, eso ya me quita de ateo o agnóstico y me ubica en creyente.”

2. “Creo que Cristo (Jesús) es la segunda persona, el comunicador de ese Dios. Que en concreto se encarnó en el planeta Tierra como humano hace dos mil años aproximadamente; que anunció el Evangelio, con la palabra y el ejemplo, hizo milagros, murió y resucitó físicamente. Eso ya me ubica como cristiano y no dentro de cualquier otra creencia. Sin perjuicio de que pueda pensar que hay otros anunciantes del mismo Dios, para otros momentos y culturas, pero sólo este sería el Cristo, para mí.”

3. “Estoy en este negocio del cristianismo de la mano de la Virgen, sin ella seguiría agnóstico y he conocido que no soy una excepción. Por supuesto no llegué a ello razonando y estudiando, eso vino después, sino por experiencias propias. Eso descarta las iglesias protestantes y me hace fuertemente compatible con católicos y ortodoxos.”

4. “Creo que San Pedro, que no es precisamente un ejemplo de perfección, eso que buscan los protestantes desde los cataros, hugonotes, etc., fue encargado por Jesús para aquellos creyentes que precisasen pastor. Y por tanto su sucesor es legítimo en ese sentido, con sus virtudes y defectos, imperfecto como yo mismo. Eso descarta por último a los ortodoxos (refuerza el descarte protestante) y me deja como católico. Hay mucho más, muchas cosas que he experimentado, leído, escuchado. Pero como resumen ¿se entiende?”

Y aquí comentarios a las réplicas de ellos:

Es curioso como muchos amigos y conocidos míos ateos (como los que estaban en esta conversación) insisten en que soy un mal cristiano o más concretamente, un mal católico, no dicen que sea una mala persona o hipócrita respecto de Cristo, sino que no acato ni cumplo a rajatabla cada norma de la iglesia (católica) y que no observo obediencia a la autoridad. Creo que entiendo por qué lo dicen; tal vez les rompo el mito de un cristianismo / catolicismo hipócrita, opresor, malo, absurdo, invento e instrumento de poderosos para controlar a la masa y tal vez les hace plantearse que ya no tienen tantas excusas para atacarlo en su conjunto. Siempre digo que el cristianismo / catolicismo no hace o deja de hacer esto o lo otro porque se trata de una creencia y filosofía, son las personas individuales, los que se dicen cristianos / católicos los que obran bien o mal según los demás; es a ellos a los que hay que evaluar en su caso (personalmente ya he dicho que me he quitado de juzgar), no a un supuesto colectivo de tres mil / mil trescientos millones de individuos en todo el planeta.

Hasta la fecha, no me han señalado como mal cristiano, ni tampoco me han insinuado que no debería estar en la iglesia los propios creyentes, ni siquiera los religiosos, sacerdotes o monjas, los profesionales de la cuestión. Los detractores de un club te dicen que no cumples los requisitos para pertenecer a él, sin embargo, sus guardianes y fieles te acogen sin problema. Sacad vuestras propias conclusiones.

Cuando digo abiertamente que soy católico, lo que normalmente ni pregono ni oculto, muchas personas inmediatamente me adjudican en paquete una serie de filiaciones (peyorativas para ellos) que no me corresponden, ni por activa ni por pasiva. Por ejemplo, que tengo animadversión a los homosexuales, que voto a determinada opción, o soy de determinada ideología, incluso alguien dio por supuesto que echaría de menos a la inquisición… A mí al menos me sorprende mucho, en ese momento olvidan lo poco o mucho que conocen de mí y me asignan la gorra de “católico malo”. Estoy seguro por otra parte que no es algo personal conmigo. Supongo que la mala prensa de lo católico es potente y que las personas que normalmente se atreven a manifestarse como tales cumplen ese “paquete peyorativo”. Pienso que la Iglesia Católica, debería hacer un ejercicio de reflexión y después de información al respecto. Desgraciadamente lo poco que he visto por esa parte es resignación, pero desde la soberbia más que desde el derrotismo, yo diría que piensan que por supuesto, los equivocados son los “odiadores” y que no hay que hacer absolutamente nada para “vender” el catolicismo (ni siquiera el cristianismo). Olvidan que la iglesia fue puesta por el hombre y no el hombre por la iglesia. También es verdad que mi muestra es muy pequeña. Yo diría que el Papa actual (Francisco) si está de acuerdo conmigo al respecto (o yo con él). También es obvio que eso no gusta a muchos católicos, incluso cuestionan su legitimidad. Es curioso que el Papa sea infalible… hasta que llega uno que no se ajusta a nuestra ideología para lo mundano o sentimientos nacionales.

Para los detractores es sencillo ver y señalar sólo una serie de cuestiones materiales, normas, moralinas, que ha estado imponiendo la iglesia durante mucho tiempo a sus fieles, que hasta hace poco eran obligatoriamente todos los súbditos / ciudadanos de un estado católico, pero que van mucho más allá de los campos de la fe, la espiritualidad, la metafísica y desde luego, difícilmente pueden derivarse del Evangelio desde la perspectiva actual. Hace falta limpiar la imagen de inquisidores que los católicos aún proyectan colectivamente sobre mucha gente. Por el bien de los propios católicos y de su iglesia, si es que quiere sobrevivir y cumplir su verdadera función.

La ola es el mar

La fe es un océano, del que las almas creyentes son olas. Está nutrido por grandes ríos, como los que surgen de estas cinco fuentes que he ido describiendo en los artículos anteriores de esta serie y seguramente de otras que he pasado por alto. Mi conocimiento, experiencia e intuición, son las de un alma más, no son alfa ni omega de nada, pero son tan válidas como las de cualquier otra.

Perdonadme porque he debido de repetir muchas cosas en esta serie de artículos. Tened en cuenta que he tardado más de dos años en redactarla y revisarla y fui tomando notas, según me llegaban las reflexiones, la inspiración o incluso lo que yo percibo como revelación.

Seguro que los que habéis leído hasta aquí y sois creyentes, teneis vuestras propias fuentes o motivos que alimentan vuestra fe. Estaría muy interesado en conocerlos. Podéis dejar comentarios a estos artículos aquí, o en las redes sociales en que los comparta o escribirme en privado a jocilesferrer@gmail.com, si lo preferís. Diversas son las fuentes del Señor y también los foros para hablar de Él.

Le pido que todos podáis percibir, sentir, experimentar, conocer, lo mismo que yo. Es un privilegio que me gustaría poder democratizar. Lo más que puedo es intentar contarlo para quien quiera escucharlo.

Doy gracias a Dios si una sola palabra de las casi catorce mil que he escrito en esta serie de artículos es acertada y si ha ayudado a una sola persona a iluminar un poco sus cuestiones sobre la fe. Y Le pido perdón por todos los conceptos equivocados, abundantes a buen seguro, que pueda haber en ella. Y a vosotros, los que habéis leído esta serie de ladrillos. Gracias.

“Sé que esta fe es verdadera porque hace de mí una mejor persona, porque me hace intrínsecamente feliz”.

Este era el último capítulo de esta serie, con él queda cerrada como tal.

Si os ha gustado leerme, encontrareis aquí todos mis otros artículos relacionados con metafísica, fe, religión:

https://jocilesferrer.com/metafisica/

Y aunque versa sobre otra temática, me permito recomendaros un librito que he publicado hace poco:

Cuaderno “Pueblos Prehistóricos de Iberia” – El blog de Rodrigo JOCILES FERRER

Una respuesta a “Las fuentes de la fe: Conclusiones

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About jocilesferrer

Ingeniero Telecomunicación, Defensa. Escritor, músico, deportista, científico y filósofo. Católico, liberal-demócrata.